"Sepa la verdad"

Jesucristo llamado "PADRE ETERNO" en la Biblia en un sentido especial ¿por qué?...


En Isaías 9:6, el Dios altísimo dijo mediante Isaías el profeta, que a su hijo se le llamaría por nombre  "Admirable consejero, Dios fuerte, PADRE ETERNO, Principe de paz". 


Como muestra el profeta Isaías en este texto, al hijo humano de Dios, Jesucristo, se le darían cuatro títulos sobresalientes: Uno de ellos es el de "PADRE ETERNO", que es el tema que se va tratar en este estudio.


¿Por qué "PADRE ETERNO"?

 

Porque el Dios celestial, tenía preparado otro padre para el ser humano obediente, pues iba a reemplazar a Adán el primer padre de los seres humanos. Este otro padre sería eterno, es decir, viviría para siempre y sería un ser inmortal. De acuerdo con el profeta Isaías, este padre eterno (en un sentido especial) es el hijo de Dios, Jesucristo.  Jesucristo tomaría el lugar de Adán, y se convertiría en el último  Adán o postrer Adán (1Corintios 15:45), es decir, en el último padre de los seres humanos obedientes, en el sentido que les da de nuevo la oportunidad de tener la vida eterna que Adán perdió cuando desobedeció a Dios. Es decir, la oportunidad de vivir para siempre en la tierra sin la preocupación de enfermar, envejecer y morir. El primer padre Adán, no pudo hacer eso, dar vida eterna a sus hijos humanos, es decir, a sus descendientes, pues pecó antes de tener hijos al desobedecer a Dios. Este acto de desobediencia trajo como resultado nefastas consecuencias para él y para sus descendientes, pues, perdió la perfección y la vida eterna para todos los seres humanos que viven en la tierra (Lea Rom 5:12). Por lotanto, Adán se volvió imperfecto, empezó a envejecer y finalmente murió (Génesis 2:15-17; 3:17-19). Con nuestro último padre eterno las cosas serían distintas. Antes de levantar de entre los muertos a Lázaro Jesús Dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”. (Juan 11:25, 26.) La Biblia también asegura: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida”, sino que la ira de Dios está sobre él. (Juan 3:36) De modo que gracias a este padre eterno, el hijo de Dios, enviado por el padre supremo,  la vida eterna está disponible para todas las personas que están vivas, que crean y que obedezcan a Cristo. Si lo rechazan no verán la vida", pues serán destruídos. 


Jesucristo también se convertirá en el último  "padre eterno" de millones de personas que han muerto cuando los resucite de nuevo para vivir para siempre en la tierra. "Digo en la tierra" porque es aquí en la tierra donde están muertos y donde serán resucitados (Mt 5:5; Sal 37:9, 11, 29; Ap 21:1; Hch 24:15; Jn 5:21, 25, 28, 29; 1Cor 15:21,22). La  biblia también menciona en otros pasajes que habrá otras personas que serán resucitadas para vivir en el cielo con Cristo. (Ap 20:6; 1Cor 15:23, 51-54; 1Tes 4:13,14). Sobre estos, el apóstol Juan dice que la muerte segunda (es decir, el lago de fuego) no tiene autoridad sobre ellos, sino que serán "sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él 1000 años" (Ap 20:6,14). Hablando de los mismos cristianos que reinarán con Cristo, el apóstol Pablo incluyéndose él mismo dijo sobre ellos en 1Corintios 15:51-54: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos (o moriremos); pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, al final de la trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles (es decir, para no volver a morir), y nosotros seremos transformados (es decir, Pablo y los demás cristianos de la congregación de Cornto). 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.


Cuando Pablo dijo: "No todos dormiremos" o moriremos (v.51), hacía referencia a los cristianos que todavía estaban vivos cuando el señor Jesucristo regresara, no experimentarían la muerte y la tumba (1Tes 4:17). Y cuando dijo "todos seremos transformados", se refería específicamente a todos los cristianos de su tiempo, vivos o muertos, que recibirían un cuerpo transformado e inmortal.

Por lo tanto, a Jesucristo se llama "PADRE ETERNO", no porque sea el mismo Dios el padre que le dio dicho título, ni porque tome el lugar del padre celestial, sino porque gracias a él, los seres humanos obedientes tenemos la 

oportunidad de volver a tener para siempre la vida eterna que Adán perdió al desobecer a Dios. En otras palabras, es nuestro padre eterno en el sentido que nos dió la oportunidad de volver a vivir para siempre. En este sentido Jesucristo se convierte en el postrer Adán, es decir, en nuestro último pardre. Y por ser fiel y obediente a Dios hasta la muerte, al morir por nuestros pecados, el padre celestial, el Dios de Israel, lo resucitó de entre los muertos como espíritu que da vida, para nunca jamás volver a morir. (Hch 2:32; 3:13,15; 13:34; Rom 6:9; 1Cor 15:45,47;1Ped 3:18, Biblia de estudio Dios habla hoy). Véase la nota al pie de la página sobre 1 pedro 3:18 donde dice 'con una vida espiritual': lit. en espíritu.