Sepa la verdad

"El Infierno NO Existe" 

Polémica Declaración del Papa Francisco" on YouTube. https://youtu.be/pc-pgRUXuCk


El Papa Francisco dijo en la semana santa en Abril del Año 2018, que el infierno no exite; y tiene razón, el infierno es un invento de los hombres para meter miedo a la gente y así poder retenerlas en sus iglesias.


La Biblia revela la verdad de que el infierno no existe


Definición del Infierno 


En la Versión Reina Valera 1909, y la revisión de 1960, hay tres términos Griegos y uno Hebreo traducidos por “infierno” que son: (1) Sheol del Hebreo y (2) hades del Griego—ambos términos significan lo mismo: “la tumba”, "el sepulcro", el lugar de los muertos. (3) Tartaro del Griego, el cual significa “un lugar de restricción”; y (4) gehenna, que es el término Griego para “el Valle de Hinom”, una localización justo afuera de la antigua Jerusalén. En la biblia se usa Gehenna y Gehenna de fuego.


En la Versión Reina Valera 1909, con referencias, mapas y concordancia encontramos estas palabras que David dijo de Jesucristo en Hechos 2:25-27 y 31que nos dicen, según la forma de traducirlo:  "Que no dejarás mi alma en el infierno, Ni darás a tu Santo que vea corrupción". Versículo 31: Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el infierno, ni su carne vio corrupción.


Como se puede ver en esta versión de 1909,  el apóstol Pedro nos dice que David habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el infierno, ni su carne vio corrupción. De acuerdo a estas palabras de David y de Pedro, "Cristo estuvo en el infierno"¿no es así?, pero no se le dejó allí, pues, Dios el padre lo resucitó al tercer día según el vesículo 32; evitando así que su cuerpo se corrompiera o pudriera tal como dice el versículo 31, que su carne o su cuerpo no vio corrupción.


La palabra "alma" que menciona allí, no se refiere a algo inmortal invisible dentro de Jesucristo, sino a él mismo, a su ser, a su persona. La expresión "no dejarás mi alma", quiere decir, "no dejarás mi persona", "mi vida", "mi ser" o "mi yo". La Biblia católica letra grande Latinoamerica en la página 19, bajo la enseñanza de los sabios número 83 dice: Muy a menudo mi alma debe traducirse: mi persona, mi vida, o yo. Por otro lado, la Biblia de Estudio Harper Caribe- Reina Valera 1960 dice en la nota al pie de la página sobre la palabra "alma" del Salmo 16:10, el cual pedro aplicó a Jesús en Hechos 2:27,31: La palabra hebrea nefesh no significa "alma" en distinción del "cuerpo", sino que a menudo se refiere a la persona entera, de modo que la traducción "no me dejarás..." (BV) es correcta. La Biblia de estudio Dios habla hoy lo traduce igual: Porque no me dejarás en el sepulcro ni permitirás que se descomponga el cuerpo de tu santo siervo. En la nota de 2:27 dice: Sepulcro: lit. Hades. El hades se refiere al sepulcro debajo de la tierra, o sea, a la tumba donde van los muertos (Núm 16:31-34). Ahora: Si comparamos las palabras del Salmo 16:10, que pedro citó en Hechos 2:27,31, podemos ver que la palabra "infierno (hades, en griego) y la palabra "seol" significan lo mismo: Sepulcro o tumba. La Versión Reina Valera 1909, con referencias, mapas y concordancia tiene un "1" en la palabra "infierno" para indicar que se refiere al sepulcro. La diferencia en Hechos 2:27,31, es que usaron la palabra "infierno", una palabra no bíblica en la biblia que viene del latin: in·fér·nus, que ha causado mucha confusión en los lectores. Al igual que hechos 2:27,31, se ha usado en otras partes incorrectamente a propósito como "infierno de fuego" en Mateo 5:22, donde no debe ir, ya que la palabra correcta que va allí en el griego es "Gehena de fuego". (Gehena: Gr γέενναν (gué·en·nan); (heb: גיהנם gueh·hin·nóm, “valle de Hinón”). El lugar donde se quemaba basura fuera de Jerusalén. 


En Mateo 5:29, 30, se tradujo intencionalmente "infierno" para confundir al lector, sabiendo que es incorrecto, pues la palabra original que va allí es Gehena, no  infierno.


En Mateo 18:9 también se usó incorrectamente la palabra "infierno de fuego" en vez de Gehenna de fuego. Lo mismo sucedió en Marcos 9:43, 45, 47, se introdujo incorrectamente la palabra "infierno", el fuego que no puede ser apagado para enseñar que el infierno es un lugar de tortura de fuego; cuando en realidad no es así. En esos versículos 43,45,47, la palabra griega que va allí es "Gehenna", no infierno. Y como ya vimos, Gehenna es el lugar donde se quemaba basura fuera de Jerusalén. Los versículos 44, 46, no aparecen en los manuscritos más antiguos. Si tiene la Biblia de estudio esquematizada  Reina Valera 1960, entonces los puede verificar en esa biblia al leer las notas al pie de la página y sabrá que es cierto lo que digo. 


La usaron incorrectamente también en Santiago 3:6 como "infierno", en vez de usar la palabra original Gehena. En Lucas 16:23 también insertaron la palabra "infierno", en lugar de la palabra griega "hades", para apoyar su enseñanza diabólica de que el infierno es un lugar ardiete de fuego donde se atormentan a los malvados. El relato mencionado allí del rico y Lázaro, no se debe tomar literalmente al decir que eran personas reales, que una estaba sufriendo en el infierno (gr. hades), y la otra que fue llevada por los ángeles al seno de Abrahán. ¿Dónde estaba Abrahán en ese momento que Jesús relató esa parábola? ¿Estaba en el cielo con Lázaro el mendígo? ¡Obviamente que no!, pues Jesucristo no dijo que Abrahán estaba en el cielo. Si hubiera estado en el cielo con Lázaro, entonces Jesucristo lo hubiera dicho en Juan 3:13 donde dijo que "nadie subió al cielo". El único que descendió del cielo para vivir como humano y subió al cielo después fue Jesucristo (Jn 6:62,38,42,51,58). ¿Dónde estaba Abrahán entonces en ese momento que Jesús relató esa historia? Estaba enterrado en la cueva de Macpela, en la heredad de Ephrón, hijo de Zoar Hetheo, que está enfrente de Manre. (Lea Gén 15:15; 25:7-11). Es interesante notar también que en Génesis 15:15, Jehová no le dijo a Abrahán que después de morir, él iba a venir a vivir al cielo con él. Le dijo lo opuesto, pues le dijo: Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. Claramente lo dice Jehová allí, Abrahán se reuniría con sus antepasados muertos después de morir. Génesis 25:7-11, confirma que Abrahán murió y fue a parar al sepulcro, no al cielo para vivir con Dios. Por lo tanto, el relato del rico y Lázaro es una parábola o historia que Jesús contó para aplicarla a los altateros y orgullosos fariseos de su tiempo que no eran humildes, pues menospreciaban a la gente pobre como Lázaro. Y al ponerlo junto con Abrahán llevandolo a su seno, representaba una condición de favor, algo que el rico despreciable que representaba a los fariseos, no tenía. Por otra parte, el versículo 22 menciona que ambos murieron y que el rico se quedó en el "infierno" según la Reina Valera 1909, y que estaba siendo atormentado con fuego. Como ya mencioné este relato no se debe tomar de manera literal, pues la palabra "infierno" que usaron allí los traductores es incorrecta. La palabra griega allí es "hades", que significa la tumba, el sepulcro. ¿Qué dice la biblia de las personas que van allí después que mueren? ¿Acaso dice que están vivas y que experimentan sufrimuento (Juan 5:28,29; Juan 11:11-21)? Eclesiastés 9:5 al 10, nos da la respuesta y 1 Tesalonicenses 4:13,14, donde pablo menciona a los cristianos que "duermen" esperando ser resucitados. La expresión "los que duermen" es otra manera de referirse a los que han muerto. También mostraré muchos ejemplos de personas que murieron tanto buenos como malos que fueron al mismo lugar, es decir, al sepulcro (heb. Sheol); lugar de paz que demuestra que los que están allí no están vivos ni sufren, ni saben nada. Están completamente muertos tal como dice la biblia. Y la razón por la cual están allí es porque murieron, de lo contrario no estarían allí ¿no es así? Otro versículo del Viejo Testamento para dar un ejemplo, donde se usó la palabra "infierno", es el Salmo 9:17, donde dice: "Los malos serán traslados al infierno, todas las gentes que se olvidan de Dios". (Versión Valera 1909;1934.) La palabra "infierno" que se usó aquí es incorrecta, pues la palabra hebrea que va allí es "Sheol" que basicamente significa "sepulcro o tumba". Pero ¿quiere decir este texto que solo "los malos" van allí? ¡desde luego que no!. De acuerdo con la biblia y con Jesucristo, al Sheol o hades (sepulcro), van tanto buenos como malos. Eclesiates 9: versículos 5-10 nos dice empezando en el versículo 5, que los que viven, o sea, los están vivos, saben que han de morir, más los muertos nada saben.... 

Ahora, mi Pregunta para ustedes es la siguiente: Los que están vivos y los que ya murieron ¿dónde van después que mueren? Recuerde que leímos en Salmo 9:17, que los malos van al infierno (al sepulcro), es decir, todas las gentes que se olvidan de Dios". (Según la Versión Valera 1909.) Si usted se fija bien, en ese versículo no se dice nada de los buenos, solo de los malos. En cambio Eclesiastés 9:5 sí incluye tanto buenos como malos en el grupo de los que "viven" y en el grupo de los que ya murieron [los muertos], pues no hace distinción quiénes son los malos y quienes son los buenos entre los que viven y entre los que ya murieron, los muertos.

¿Dónde van los que viven después que mueran según el versículo 5? ¿Dónde han ido los que ya murieron según el versículo 5? La misma biblia contesta estas  preguntas en el versículo 10, hablando de los que viven con estas palabras: Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro (Sheol en hebreo), adonde tu vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría. ¿A dónde va el bueno como el malo cuando muere según la biblia escrita en hebreo? Dice que al Sheol ¿no es así?. Sí, así es, tanto buenos como malos van al mismo lugar después que mueren: al sepulcro (Job 1:8;14:13; Hch 2:29). En Eclesiastés capitulo 3: versículos 18 al 20, el rey Salomón ya había hablado antes que no hay superioridad al morir entre los seres humanos y los animales, porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración (o espíritu en hebreo) tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad (dice el versículo 19). Todo va (o todos van) a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo dice el versículo 20. ¿A dónde van los animales cuando mueren, y a dónde van los seres humanos cuando mueren según el versículo 20? Al mismo lugar dice la biblia. ¿Es este lugar el cielo o el infierno? ¡Claro que no! Es la vuelta al polvo o el regreso a la tierra, pues, todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. (La palabra "espíritu" o "respiración" que Salomón menciona en el versículo 21, y que luego vuelve a mencionar en el capitulo 12: 7, es otro tema que tratar). El libro de Génesis 3:17-19, también apoya lo que dice Eclesiastés 3:18 al 20 y 9:5-10. Después que Adán pecó contra Dios al desobedecerle, Jehová le dijo: Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuistes tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. (Gén 2:16,17; 3:6,11, 17-19; 5:5.) Note que le dijo al Adán completo, no solo al cuerpo como han dicho algunos que solo se refería al cuerpo, su alma iría al cielo. Eso es falso, pues Jehová Dios no le dijo eso, le habló a la persona completa, no a una parte de Adán. Aunque no se menciona que Adán fue enterrado después que murió, lo más probable es que Set junto con los demás hermanos lo hayan sepultado verdad según los versículos 3 a 5 del capítulo 5. 


Por lo tanto: Adán, Abel (Gén 4:8,10; Heb 11:4,13;1Jn 3:12), Caín (Gén 4:23,24), Set (Gén 5:6-8), Enós (Gén 5:9-11), Quenán (Gén 5:12-14), Mahalaleel (Gén 5:15-17), Jared (Gén 5:18-20), Enoc (Gén 5:21-24; Heb 11:5,13; Jn 3:13), Matusalén (Gén 5:25-27), Lamec (Gén 5:28-31), Noé (Gén 5:32; 6:8,9; 8:18; 9:18,19,28,29; 10:1), Taré (Gén 11:26-32), Abrahán, Sara (Gén 15:15; 23:1,2; 25:7-11), Isaac (Gén 35:28, 29; 49:31), Débora (Gén 35:8), Raquel (Gén 35:18-20), Jacob (50:5-8,14,15), José (Gén 50:22-26; Éx 13:19; Jos 24:32; Heb 11:22), Faraón, rey malo de Egipto (Éx 2:23; 4:19), Miriam (Núm 20:1), Aarón (Núm 20:23-29; Núm 33:39; Dt 10:6), Moisés (Dt 31:16; 34:5-7; Dt 32:48-52; 33:1; 34:1-7), Coré, Datán, Abiram [los que se revelaron contra Moisés y de los cuales la tierra abrió su boca y se los tragó y descendieron vivos al Seol] (Núm 16:1-18-30, 31-34; 26:9-11), Josué (Jos 24:29,30; Jueces 1:1; 2:8-10), Eleazar hijo de Aarón (Jos 24:33), Otniel (Jue 3:9-11), Gedeón (Jue 8:30-33), Abimelec hijo del Juez Gedeón fue otro personaje malo (Jue 9:1-5, 6-21, 22-52, 53-57; 2 Sam 11:21), Tola (Jue 10:1,2), Jaír el galaadita (Jue 10:3-5), Jefté Juez de Isarael (Jue 11:1; 12:7), Ibzán (Jue 12: 8-10), Elón el Zabulonita (Jue 12:11,12), Abdón hijo de Hilen (Jue 12:13-15), Manoa, Sansón (Jue 16:30,31), Samuel el profeta (1 Sam 25:1), Ahitofel (2 Sam 17:23), Abías el hijo de Jeroboan (1 Reyes 14:1-17), Omrí hizo lo malo ante los ojos de Jehová (1 Reyes 16:25-28), Acaz el rey de Isarael (1 Reyes 22:37-40; 2 Reyes 1:1), Joram o Jehoram (2 Reyes 8:24), Josacar hijo Simeat (2 Reyes 12:21), Eliseo el profeta (2 Reyes 13:20,21*), Amasías (2 Reyes 14:17-20), Jotam o Jotán (2 Reyes 15:34,38), Acaz el hijo de Jotán rey de Judá hizo lo que era malo a los ojos de Jehová (2 Reyes 16:1,2, 3-20; 2 Cro 28:1,2, 27), Manasés también hizo lo malo a los ojos de Jehová (2 Reyes 21:1,2, 3-17, 18), David el padre de Salomón (1 Reyes 1:1; 2:10,12; 1Cro 23:1; 29:26-28; Hch 2:29,34), Salomón (1 Reyes 11:40-43), Asá (2 Cronicas 16:13,14), Jehosafat o Josafat (2 Cro 21:1), Jehoram o Joram fue otro que hizo lo malo a la vista de Jehová. Es en este relato donde el profeta Elías aparece de nuevo vivo desempeñando su oficio de profeta, la cual demuestra que no se fue al cielo con Dios (2 Cro 21:1-20.), Jehoiada o Joiada (2 Cro 24:15,16), Jehoás o Joás (2 Cro 24:24,25), Amasías hijo de Jehoás (2 Cro 25:25-28), Uzías comenzó bien y terminó mal, haciendo lo malo (2 Cro 26:16-18-23), Ezequías (2 Crónicas 32:33), Amón otro que hizo lo que era malo a los ojos de Jehová (2 Reyes 21:19-26; 2 Cro 33: 21-25), Josías (2 Cro 35:24), Job (Job 14:13; 17:1; 42:17), Daniel (Dn 12:13: Daniel moriría, pero recibe la promesa de que se levantaría, osea, sería resucitado. Hch 24:15.), Juan el Bautista (Mt 14:10-12; Jn 11:11,12*), Jesucristo (Mt 27:57-61,64-66; 28:1; Mr 15:42-47; Mr 16:1-6; Lc 23:50-55; 24:1-3,12; Jn 20:1-8); Hch 13:29,30), Esteban (Hch 8:2).Todos estos personajes mencionados por nombre, tanto buenos como malos ante Dios fueron al mismo lugar cuando murieron, regresaron de nuevo a la tierra, al sepulcro, al lugar de los muertos debajo de la tierra. Ninguno de ellos está en cielo (solo Jesucristo), ni en el falso infierno de las iglesias apóstatas quemándose de por la eternidad.


Los apoyadores de la doctrina del "infierno" también usaron esta palabra en Mateo 10:28 y en Lucas 12:4,5, cuando en realidad la palabra correcta que va allí es Gehena. Jesús usó el Gehena aquí como una representación de destrucción completa, destrucción que sería el resultado del juicio adverso de Dios, y de la cual no habría ninguna posibilidad de resucitar a la vida. Dios es el único que puede destruír el alma, es decir, la vida de una persona para siempre sin posibilidades de resurrección. 

La Reina Valera también usó la palabra "infierno" incorrectamente en vez de la palabra Gehena en Mateo 23:15,33 donde se denunció a la clase inicua de los escribas y los fariseos como ‘merecedora del Gehena’. En 2 Pedro 2:4 también usaron "infierno" para confundir a las personas. En el idioma griego la palabra para infierno en 2 pedro 2:4, es "Tartaro". Por último, la usaron en Apocalisis 20:13,14 donde dice que la muerte y el infierno entregaron los muertos que habían en ellos. Y la muerte y el infierno fueron lanzados algo de fuego. En este texto, la palabra griega que se usa aquí es "hades", que basicamente significa la tumba. Se puede observar también que el lago de fuego no es lo mismo que el infierno, pues se dice que tanto la muerte como el infierno son lanzados al lago de fuego. 


Conclusión


Como fue indicado, la palabra Hebrea traducida “infierno” en el Antiguo Testamento es sheol. Esta tiene una contraparte en el Nuevo Testamento, hades. El término sheol, en una concordancia, mayormente siempre se refiere a la palabra Griega hades. Ambas significan “la tumba, la fosa , el mundo de los muertos.”


La palabra hades es una de las palabras que  comunmente es usada en el Nuevo Testamento para “infierno”. Algunas traducciones han intercambiado la palabra infierno por hades. En los años de 1600 las personas en Inglaterra hablaban comunmente de plantar o poner sus papas “en el infierno” durante el invierno. Ellos entendían que el infierno era un lugar oscuro, frío y silencioso, el cual era un hoyo en la tierra. Esta palabra no tenía ningún misterio para ellos. Virtualmente todas las fuentes están de acuerdo en que sheol y hades son lo mismo y que ambas se refieren a LA TUMBA. Fue sólo con el pasar del tiempo que el punto de vista pagano del infierno—como un lugar ardiente debajo de la tierra— vino a reemplazar la intención original de la palabra.


La segunda palabra Griega traducida como “infierno” se halla solamente una vez en el Nuevo Testamento. Note lo que dice 1Pedro 2:4: “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad para ser reservados al juicio.” La palabra usada aquí es tartaros y su referencia es a ángeles, no a las personas. Esta significa “una prisión, encarcelamiento, lugar de restricción o un abismo oscuro”. Este versículo describe el encarcelamiento de los ángeles caidos (demonios) en la tierra—su “lugar de restricción o “prisión” después de su rebelión.


La tercera y final palabra Griega traducida “infierno” se halla doce veces en el Nuevo Testamento. Note las palabras de Cristo en Marcos 9:43-48. Estos versículos repetidamente se refieren a “infierno” y “el fuego nunca se apaga”. También hablan de “el gusano de ellos no muere”. Estos términos serán explicados luego.


En Mateo 5:22 Cristo habló de aquellos que podrían estar “expuesto al infierno de fuego”. En Mateo 10:28 Él advirtió “temed más bien a Aquel que puede destruir el alma [o, la vida de la persona] y el cuerpo en el infierno”. Cristo describedestrucción en este versículo, no un continuo castigo. La palabra Griega usada aquí es gehenna, que se ha traducido por  “infierno” o “infierno de fuego” en algunas biblias. Entender su significado explicará la cita de Marcos capítulo 9, los versículos 43,45, 47. En esos versículos 43,45,47, la palabra griega que va allí es Gehenna. Y como ya vimos, Gehenna es el lugar donde se quemaba basura fuera de Jerusalén. Los versículos 44, 46, no aparecen en los manuscritos más antiguos. Si tiene la Biblia de estudio esquematizada  Reina Valera 1960, entonces los puede verificar en esa biblia al leer las notas al pie de la página y sabrá que es cierto lo que digo.


Mateo 11:11. Entre los nacidos de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Estas palabras indican que Juan el Bautista no formará parte del reino de los cielos, por el solo hecho de no pertenecer al reino de los cielos. 

En cambio los discípulos de Cristo sí, ellos pertenecen al reino de los cielos; al nuevo pacto. Mientras que Juan el precursor del Mesías se ha quedado a la puerta, es decir, fuera.

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